La inspiración llega cuando menos te lo esperas y creo que ya sé por dónde va a ir mi redación para el concurso me encantaría publicarla tal cual, pero necesito sus criticas sean sinceros y tengan en cuenta que es un simple draft de lo que será el apoteosico final...
Vuelvo a casa, vuelvo a Leith, hace un mal día frío y lluvia “dreich” es como lo llaman aquí en Escocia. Coger el 11 en Leith Walk es toda una bendición así que cruzo corriendo South Bridge y bajo la cuesta a mi casa, el reloj dice que faltan dos minutos para que llegue el 11, me refugio en la marquesina y empiezo a contar peniques sin sacarlos de mi bolsillo mojado y sin mirar, me sorprende como en poco tiempo he aprendido a contar monedas sin ni siquiera mirarlas para no congelarme las manos, los autobuses pasan sin cesar el 16 a Silverknowles, el 22 a Ocean Terminal, Granton, King's Road...ah! El 11, saco mi libra y la meto en el compartimento de las monedas sonrio al conductor y sin mirarme suelta un “thank ye”, me subo al segundo piso, el primer asiento junto a la ventana me encanta es como ir flotando y más hoy, la gente sube y baja y el 11 es el autobus con más paradas del mundo, pero pasa por Starbank Road y adoro ver el faro de Newhaven harbour...¿cómo no iba a coger el 11?. Cierro los ojos y me dispongo a flotar durante los casí 45 minutos que dura el viaje y no tengo ninguna prisa, no, allí dentro no. Soy la espectadora de lujo de todo Leith y yo voy en crucero de lujo, con unos marineros...especiales.