jueves, 13 de enero de 2011

qué es porno, qué erótico

Bueno y aquí estoy en la biblioteca de west hampstead intentando hacerme una idea de qué es erótico y de qué es pornográfico. La razón es que tengo que mandar un relato a un concurso y me he dado cuenta de que no tengo término medio no sé si pasarme por arriba o ser sútil por abajo, si abordarlo por delante o por detrás...creo que la mentalidad británica se me está pegando. Desde que prohibieron todo el porno en la internet las novelas de DH Lawrence están de enhorabuena.

Os dejo con malvado... Como siempre que vuelvo a la isla perdón por las faltas.

Malvado.

Dicen que tengo el pelo malvado y la boca como una cesta de arándanos azules. Soy pequeña de carne blanca firme y blanda.
Dicen que no soy lo que se considera como guapa o bella, pero sí atractiva por tener rasgos casi masculinos. No tengo ni la pose ni esa forma de caminar como flotando de las mujeres que llevan zapatos de tacón, más bien me balanceo escandalosamente.
Crecemos muy rápido, lo suficiente para perdernos en la descripción de nuestro propio cuerpo, lo suficiente para no entender por qué decían que mi pelo era malvado.
Solía imaginar que situaciones se podían describir con esa palabra y pensaba en el día que a escondidas y delante de todo el mundo cogí un chocolate y en vez de tragarmelo lo fuí deshaciendo lentamente con la lengua mientras miraba al rededor.
También pensé en el chocolate el día que le conocí.
Crecemos muy rápido, lo suficiente para perdernos en la descripción de nuestros cuerpos, los propios y los ajenos. Con el frío besándonos por todas partes hasta rompernos los labios, deshaciendo y volviendo a hacer con la lengua, con los árboles desnudos y retorcidos, con los cuerpos serpenteando. Así aprendemos a conocernos.
Solía imaginar que situaciones se podían describir con esa palabra y pensaba en el día que te conocí. Cuando giré la calle el viento formó brujas, mi pelo iba y venía, se ensuciaba, se enrredaba, era terriblemente sexual, malvado.