martes, 15 de julio de 2008

Ad-miradum (o mira mira qué gilipollez)

Se nota, se me nota mucho, miro a los lados intentando controlar la situación y al final mis ojos siempre van a parar al mismo sitio; a los tuyos, la pupila me baila a ritmo de corazón la danza de la dilatación, tan di/elatadas mis miradas.

Miraditas se me escapan y por más obstaculos que les pongo se empeñan en saltar la vaya...¡vaya! Y van; una, dos, tres y así hasta que adormilada quien las guarda, aprovechan a que venga el lobo para entregarse degolladas ¡puñeteras miradas!.

Son tan valientes que saltan contra el vidrio, lo vencen y miran más allá, donde esperan excitar bastoncillos formando colores vivos y siluetas armónicas en el brillo de la luz que atrapan y reflejan lámparitas, candelas retienen en la memoria lo que la retina despierta, tan bellas e iluminadas tus miradas.

Y así luz en movimiento esquivo te miro y te miro, ¡eres de cine!, de cine de sábanas blancas que se cojen tan fuerte a tu espalda, velas que arrastran al mar humedo que gotea en mi mente, titiritero que cuando llegas al pueblo lo revolucionas todo y titiritando te miro y grito ¡vivan los gerundios!

Como un libro de 3D en el que nadie te vé, me acerco a tu nariz y poco a poco separandome compongo tu imagen, te veo borroso, te siento nítido. Mi re-visión, diga lo que usted ve, una A gigante, ¿y después?, no veo nada más, diagnóstico es usted corta (de vista) o ciega directamente, será cuestión de buscar un perro lazarillo de Tormes o de cualquier río que me ladre bien y me guíe.

Nuestras miradas se llevan tan bien!, que ahora separadas los ojos me viajan lejos en autobus para encontrar a los tuyos en una estación ya es verano y hay que tener cuidado con prenderse que saltan chis chis chispas.

Leo tus colores, pintas mis palabras enmarcadas se sujetan en tu nariz y sobre ellas los ojos a los que me asomo, museo y templo sagrado que se hace sentido y santo de mi devoción, me pongo de rodillas, empiezo a dudar...Adorarte o revolcarte, he ahí el dilema.

6 comentarios:

Antonio D. Resurrección dijo...

Letra escarlata.
Me he quedado sin habla. Al menos la vista nunca para.
Debe haber una con-fusión, demasiado bonito.
Para no querer hablar de "Big words" te desenvuelves muy bien

Why Walk When You Can Run.

Antonio D. Resurrección dijo...

Por cierto, el reloj lo tienes un poco retrasado: nueve horas!!

Helena Martín dijo...

Hablo de ellas, pero las PALABRAS aún me dan miedo, traen muchas cosas consigo, demasiadas, el problema esque siempre ganan el pulso y me hacen teclear como una loca.

Jajajaja esque se me dan muy mal estos cacharros y al final no se ni en que día ni hora vivo.

Antonio D. Resurrección dijo...

Está bueno que vayas "retrasada" nueve horas, eso da perspectiva historicista, jajaja (me encanta eso de: "jajaja")

Sos un demonio filológico, cómo vas a temer las palabras si las dominas que da gusto...

dEsoRdeN dijo...

Revolcarte. Siempre revolcarte...
bss

Anónimo dijo...

no.adora.tu adora.adora y sigue adorando...