domingo, 21 de octubre de 2007

Marta's interior monologue.

I wonder if someday I could break this silence and I could speak aloud; I love him so much, I am very proud of serving him, my life is his and I desired my dust to be mingled with his. I know, he respects everything I do and I can feel all he feels.

Since we arrived America everything has become different and I remember exactly the meeting with the boys, I nursed their mother and I learnt to love them so much but they seemed so different from the respectful young boys that travelled to America with a dream, they seemed as if they had forgotten all their past, their roots, what their father meant to them. I remember the dinner and how they treated me, I was an outsider, even they wanted to get rid of me. They called it become Americanized, his father and I thought that they had just become stupids. My intuition rarely failed and I predicted that something big was at hand and when Gottlieb refused to introduce his future wife to his own father I could not restrain myself from shouting all what I thought; you, ungrateful stupid, how you dare!, but instead of revealing all my feelings I just dropped an iron pot. I couldn't help it, all inside of me was a mixture of rage and shame, I turned my eyes to Shadrach, he looked at me and in this moment I realized that a change was necessary, I also understood that under this dapper-looking young men they were a shallow, naïve young boys that had forgotten all the values his father taught them. My dear Shadrach commanded me to trhow Abel's cigar and I did it with delightful pleasure.

Time passed, and everything seems restored, Abel and Gottlieb become respectful and everytime I bring them the supper I feel that they look at me differently and I am really glad when they treat me respectfully. I know that this change was only possible under shrewd Shadrach's hand.

Now we live happy times, all we have changed. Here, in America I feel free, free to live my love, free to love my real family, all that I have, thanks Jehova!.



Esto es loq ue he tenido que hacer para la mujer de Inglés...no sé si hay que mandarsélo o qué...I need a second opinion.


sábado, 13 de octubre de 2007

segunda oportunidad

Cuando miramos hacia atrás pueden pasar dos cosas: o que veamos tiempos felices o que veamos tiempos díficiles...yo prefiero no mirar atrás, aunque es inevitable.
Los malos recuerdos son como escalofríos que llegan de repente cuando tu creías que estaban olvidados y así de la noche a la mañana te encuentras preocupandote por lo que hace mucho que no te preocupabas.
Habréis oido cientos de veces lo de que la gente es muy mala, pero cuando menos te lo esperas te encontrarás a tí mismo juzgando, críticando o siendo parte de una cadena de habladurías, ¿acaso alguno estamos a salvo de esto?, ¿será inherente a nuestra condición humana?, esta cuestión ya se la han planteado miles de veces, miles de personas y yo no soy la más adecuada para hablar de filosofía.
Somos malos, pero olvidamos...lo que nos interesa, y quien este libre de pecado que tire la primera piedra, y si de repente un día observaramos que todo a nuestro al rededor no es bueno ni malo sino que es como lo queramos interpretar, ¿y si lo juzgado como bueno es malo para otros?...me temo que volvería a entrar en el mismo circulo vicioso, en un interrogante que yo no sé ni puedo resolver.
De pequeña me enseñaron lo bonito que era perdonar, los valores del perdón y me dí cuenta que en nosotros había un poder inmenso, no podemos juzgar pero si perdonar, aunque claro está nuestro perdón no es absoluto y este, en mi opinión, solo llega cuando nos perdonamos a nosotros mismos, almas atormentadas, victimas de un pasado...y si de verdad abrieramos los ojos un día y comprendieramos, lo bello que es amar y perdonar, que las cosas no son blancas ni negras que tienen matices y lo que hoy nos aflige mañana nos hará reir. Me llevo mucho tiempo aprender esto, aun no lo domino aunque tengo un paciente maestro que me enseña cada día.
A lo mejor pensáis que esto del perdón está muy bien predicarlo, pero ¿seremos algun día capaces de perdonar(nos)?, muchas veces la respuesta es depende de que tengamos que perdonar. No sufráis, no tengáis miedo tenéis lo más valioso en el mundo: vuestra palabra.
Me sorprende ver la paz que siento y lo llena que estoy gracias a que alguien me enseño que para todo hay una oportunidad, cada vez que me la han dado, he sabido reconciliarme conmigo misma y perdonarme cosas que, de otra manera, no me hubiese perdonado. Ahora solo pienso en valorar lo que tengo, en usar mi palabra para decir lo que siento y hoy me he perdonado del todo, todo en ordén gracias a él, mi único yo, mi otro yo, el que me enseño lo bello que es vivir por pequeñas cosas y quien espero que aunque no lo diga se le pase por la cabeza pasarse buena parte de su tiempo con esta pobre rayada.



PD. Este sermón es para deciros que estoy loca por alguien que me hace muy feliz...