miércoles, 6 de agosto de 2008

Proteus penelopizado (o chorrada provocada por una mala/buena experiencia onirica)


Touch me. Soft eyes. Soft soft soft hand. I am lonely here. O, touch me soon, now .

Flotan los recuerdos azules e inmensos, son un mar de fragmentos en los que recompongo tu imagen, bocabajo y azul, flotando sobre ese mar, a veces te veo bien muerto, a veces hinchado, grande y poderoso. Eres un ahogado tan azul que no te distingo entre tanto mar, pero sé que ahí vas flotando.

Vuelas sobre las olas libre al fin, como yo quise que fuera siempre. Te miro desde abajo empapándome, echo burbujitas por la nariz y toco las castañuelas marinas, aunque me escuecen los ojos los abro para ver como te alejas más y más adentro donde no puedo ni alcanzarte ni controlarte. Te dejo tranquilo flotar con los azules intensos que guardarás para sólo tu sabes qué, mientras mis ojos rojos se hacen todo sal.

Si te pudiese despertar dándote mi aire, boca a boca, te daría todo el viento que he guardado al ahogar gritos de alegría y de pena, para que tuvieras una nueva vida, una nueva vida maravillosa igual que las demás llena de voces que dicen sí y no, llena de gritos de "te odio" y un minuto después "te quiero" y por qué no, te daría la música que musito mientras espero al autobús o las palabras bonitas sin sentido que te hacen cosquillas en el paladar y la lengua cuando las pronuncias. Vida para que cantes aún más fuerte al nacer de nuevo, para hacerte más vivo que el azul de este mar.

Me dejo llevar por olas y noto como desconocido rozas mi pie, me inquieto y quisiera pescarte. Pero nunca me han gustado ni las redes ni comer pescado, aunque tengo esta espina gigante en el pensamiento.

Eres Dublinés, tienes los ojos azules mar, la piel azul mar, los labios morado ciruela cuelgan y caen maduros salpicándome todo el cuerpo. Eres tan salaó como los niños que vuelan cometas con forma de piel de bacalao. Eres un tiburón que me hace huir de la memoria a la orilla atacada e histérica gritando tu nombre "tiburón, tiburón" encima me tragas sin masticar. Cuando el mar se vuelve más salvaje ves el naufragio cerca y me haces aguas por toda la memoria y en la tempestad anímica las olas rompen contra las rocas azotándome y estallando en siete corchetes que saltan de mi camisa: "tócame. Ojos suaves. Mano suave, suave, suave. Estoy sola aquí. O, tócame pronto, ahora".

7 comentarios:

Antonio D. Resurrección dijo...

Qué alegría de letras grandes, en la salud y en la enfermedad...
saludos

dEsoRdeN dijo...

Fonz you!

Julio Blez dijo...

Siempre es halagador que alguien vea algo en lo que te sale del grifo sin una gota de cordura.

...pero si luego uno entra a saber algo de ti y lee esto último que has puesto... no sabe uno hasta que punto sentirse agradecido por las palabras o afortunado por encontrar las tuyas.

En realidad no se muy bien que cojones estoy diciendo, pero si vale de que me hayas encontrado y que dejaras un rastro donde encontrarte.

Me encanta esto que has escrito. Besos desde Sevilla

Skelter dijo...

Quien fuera dublinés y te encontrara tras tus corchetes en la orilla.

Me encantó lo que leí.

Saludos.

Nagore dijo...

sabe que le odio, verdad? pero mucho mucho...........

Helena Martín dijo...

na! yo si que te odio, soy de lo peor guapa.
Ya te contaré largo y tendido que me da para un largo largo mail.

dEsoRdeN dijo...

¿Y para un largo largo post..?