Mi escondite preferido
es la reserva con la que sientes.
Un silencio extranjero
de lengua húmeda y familiar
gira en mi, girando todo mi cuerpo.
Gira su cabeza para mirar
adonde está mi escondite,
aprieta los labios en consonantes mudas,
en vocales que sólo saben gemir.
Cuando soy una masa de carne
apretada contra el pecho firme,
oigo a esa pared temblar
y la reserva con la que sientes
permite que entre por un agujero en tu cara.
Nos convertimos en enredaderas,
nos atragantamos, crecemos.
Mi escondite, reserva y raíz
naces en el pecho y creces por todas partes
abrazándote a nuestros cuerpos.
Cuando soy una amalgama de hojas
apretada contra una pared
oigo la vida crecer
en el escondite de una lengua extranjera.
*Posteado con toda la vergüenza del mundo porque la poesía no es lo mío
3 comentarios:
pues para no ser lo tuyo, te ha quedado muy digno (o más)...
gracias desorden :)
te enteras mejor que yo de lo que hay en Londres jajaja
ay, empanadilla...! ;)
Publicar un comentario