jueves, 7 de julio de 2011

Un, dos, tres, al escondite inglés.

Mi escondite preferido

es la reserva con la que sientes.

Un silencio extranjero

de lengua húmeda y familiar

gira en mi, girando todo mi cuerpo.

Gira su cabeza para mirar

adonde está mi escondite,

aprieta los labios en consonantes mudas,

en vocales que sólo saben gemir.

Cuando soy una masa de carne

apretada contra el pecho firme,

oigo a esa pared temblar

y la reserva con la que sientes

permite que entre por un agujero en tu cara.

Nos convertimos en enredaderas,

nos atragantamos, crecemos.

Mi escondite, reserva y raíz

naces en el pecho y creces por todas partes

abrazándote a nuestros cuerpos.

Cuando soy una amalgama de hojas

apretada contra una pared

oigo la vida crecer

en el escondite de una lengua extranjera.



*Posteado con toda la vergüenza del mundo porque la poesía no es lo mío

3 comentarios:

dEsoRdeN dijo...

pues para no ser lo tuyo, te ha quedado muy digno (o más)...

Helena Martín dijo...

gracias desorden :)
te enteras mejor que yo de lo que hay en Londres jajaja

dEsoRdeN dijo...

ay, empanadilla...! ;)